miércoles, 29 de diciembre de 2010

NOVELA. AVANCE EDITORIAL. "El caso Mao", de Qiu Xiaolong

   COMIENZO DE LA NOVELA:
    El inspector jefe Chen Cao no estaba de humor para intervenir en la reunión sobre estudios políticos organizada por el comité del Partido del Departamento de Policía de Shanghai.
   Su malhumor se debía al asunto que debatían aquel día: la imperiosa necesidad de construir la civilización espiritual en China.
"Civilización espiritual" era un eslogan político que aparecía con frecuencia en los periódicos del Partido desde mediados de 1990. El Diario del Pueblo acababa de publicar otro editorial sobre el tema aquella misma mañana. En el mismo número, sin embargo, se destapaba un nuevo caso de corrupción protagonizado por un alto cargo del Partido.
   ¿De dónde podría surgir esta "civilización espiritual"? No iba a aparecer por arte de magia, como el conejo que sale de la chistera de un mago. De todas formas, a Chen no le quedaba más remedio que permanecer sentado a la mesa de la sala de reuniones, muy tieso y con el semblante serio, y asentir como un robot mientras los otros hablaban.
   "No puedes unir nada con nada si tienes las uñas rotas".
   Chen no podía recordar si esta imagen tan sombría provenía de un poema que había leído hacía mucho, tendido al sol en alguna playa.   
   Pese a toda la propaganda política del Partido, el materialismo se estaba extendiendo por toda China. Circulaba el chiste de que la antigua consigna política "Mirad hacia el futuro" se había convertido en una máxima aún más popular, "Mirad el dinero", porque la palabra china qian se pronuncia exactamente igual para referirse al futuro y al dinero. Pero eso no era un chiste, o no exactamente. Entonces, ¿de dónde surgiría la "civilización espiritual"?
   –Hoy en día, la gente no ve más allá de sus propios pies –dijo con voz solemne el secretario del Partido Li Guohua, el cargo más alto del Partido dentro del Departamento. Mientras hablaba, las abultadas ojeras de Li no dejaban de temblar–. Tenemos que hacer hincapié una vez más en la gloriosa tradición de nuestro Partido. Tenemos que reconstruir el sistema de valores comunista. Tenemos que reeducar al pueblo...
   ¿Era el pueblo el culpable de lo que estaba sucediendo? Chen encendió un cigarrillo mientras se frotaba el caballete de la nariz con los dedos índice y corazón. Después de todos los movimientos políticos surgidos bajo el régimen de Mao, después del inicio de la Revolución Cultural en 1966, después del agitado verano de 1989, después de los numerosos casos de corrupción dentro del Partido...
   –Al pueblo sólo le importa el dinero –intervino en voz alta el inspector Liao, jefe de la brigada de homicidios–. Permítanme que les dé un ejemplo. La semana pasada fui a un restaurante. Un antiguo restaurante de cocina de Hunan que lleva abierto muchos años pero que, de pronto, se ha convertido en un restaurante temático dedicado a la figura de Mao. Todas las paredes están cubiertas de fotografías de Mao y de sus cautivadoras secretarias personales. La carta está llena de especialidades que, supuestamente, fueron los platos favoritos de Mao. Y las Hermanas Camareras de Xiang, enfundadas en corpiños de estilo dudou con citas de Mao impresas, se contoneaban por el restaurante como si fueran putas. El restaurante está aprovechándose descaradamente de la memoria de Mao, quien debe de estar revolviéndose en su tumba.
   –Y circula una anécdota –añadió el subinspector Jiang– sobre la llegada de Mao a la plaza Tiananmen, donde un astuto hombre de negocios fotografiaba a los turistas junto a Mao, ganando así un montón de dinero. Una auténtica vergüenza.
   –Dejen en paz a Mao –interrumpió el secretario del Partido Li sin ocultar su enfado.
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SINOPSIS
   Cuando aún no se ha repuesto de la noticia de que su antigua novia, Ling, se ha casado, el inspector jefe Chen Cao recibe la llamada de un ministro que le insta a encargarse, sin demora y personalmente, de una delicada investigación relacionada con el presidente Mao. Las autoridades temen que Jiao, la nieta de una actriz que mantuvo una "relación especial" con Mao y fue perseguida durante la Revolución Cultural, haya heredado algún documento que, de salir a la luz, empañe la figura de Mao, "intocable" aun décadas después de su fallecimiento. Jiao acaba de dejar un empleo mal pagado como recepcionista, se ha mudado a una lujosa vivienda y se ha integrado en un nuevo círculo de amistades que sólo anhela revivir nostálgicamente las costumbres y modas de la dorada Shanghai precomunista. Chen deberá infiltrase en el círculo, recuperar el comprometedor material –si existe– y evitar el escándalo, en un caso trepidante en el que se entrecruzan la fuerza de los mitos, la corrupción de la élite política y la historia reciente de China.
EN TUSQUETS EDITORES. Col. Andanzas. Enero 2011
Traducción de Victoria Ordóñez Diví.

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